ASTROLABIO nace luego de varios abortos.

En los 80's conocí a mauricio lópez y fue amor a primera vista.

Desde ese momento nunca nos separamos, aunque el rollo de la música vino después. pensándolo bien, siempre estuvo. fanáticos de luis miguel al comienzo, bailando como michael jackson o en un híbrido llamado los detergentes donde "tocábamos"(si se entiende por esto hacer un piano de tablas, guitarras-raquetas-de-tenis y demases) los éxitos del rock latino, lo melómano rondaba.

Extrañamente, y sin ponernos de acuerdo, cada cual aprendió a tocar guitarra. lópez en una guitarra de su viejo, yo en unas clases. la dieta de esos tiempos era violeta parra,  los  enanitos verdes, silvio rodríguez. Hasta que aparecen los beatles en este cuento. y ahí me pegué. había descubierto el universo. ese sonido tan poderoso en su sencillez, tan pegajoso, tan fuera de foco con lo que oía por ese entonces. (rebobinando la cinta, creo que el factor de peculiaridad que yo lograba dentro de mi ambiente, de mis amigos, hasta de mi familia escuchando a ese grupo, y los deseos de ser distinto, de salir de la chatura que sentía a mi alrededor, aún cuando hoy en día voy conociendo a gente de mi edad que pasó por exactamente lo mismo, cosa que me sorprende y no a la vez, son, quizás, razones más que válidas para entender la fuerza que transformó mi vida, porque, sin exagerar, así de simple fue)

Costó convencer a lópez, pero finalmente logré transformarlo a esta nueva religión que había adoptado como propia. días y noches sacando canciones, escuchando casettes, aprendiéndose letras, en fin, deseando, tú lo sabes mejor que yo, ESO.

El rock, el rock, y el rock. yo el rockero, yo el rompecoño, el matador, el destructor. ESO ERA ESO. Y los rolling stones y los kinks, y bowie. y amigos que creímos hermanos, y miradas burlonas, desconfiadas, y nosotros tocando cada vez mejor y siendo el mayor grupo en la historia sin haber hecho ninguna canción, y los intentos, los devaneos, los pajeos, tratando de enseñarle a robertiño, las fantasías, las peleas, los iconoclastas, la batería con bombo/timbal, los primeros temas, esos que se perdieron (¿o no?), los ensayos en mi patio, con una bulla que ni te explico, las piedras de los vecinos en techo mío, tantos que pasaron para bien y para mal ... huevadas, para bien. he esperado tanto y su emblemático título, la muchacha con ojos de ámbar que nos guiña su tesoro y el trace elliot y el abrazo de felicidad que nos dimos cuando lo íbamos a subir a la micro, (¿te acordai conchetumadre?) y daniel, caído del cielo a la vuelta de la esquina y llegado para no irse, pablorock y su fe que crece día a día, y el ciclón de recuerdos que se agiganta y que amenaza con aumentar y aumentar y crecer y no parar y arrrasar con todo a su paso porque esto, mis queridos amigos, esto es astrolabio, esto no es cualquier cosa, esto es el comienzo y el fin, panacea de sonidos, sumatoria de efectos, orgasmo de dioses.

Ahí vamos.

Claudio Salas